Un cacharro de feria diseñado por un tal Pedrín que consiste en someter unos habítaculos a dos movientos rotatorios a la vez con el único objetivo de que los usuarios regurjiten. De entrada el usuario se marea por verse montado en una taza con sombrilla. Ya en movimiento sufre dos fuerzas centrífugas: una de mayor radio, ZIG, que le empuja por los costados y otra de menor radio, ZAG, empujando por delante y por detrás. Para completar, se le añade una música cuyo estilo más el effecto doppler (que se produce en el usuario por moverse) favorecen el regurjito. Así una y otra vez, hasta que el feriante, le da al Stop, que es un rato antes de lo normal si es el día del niño o hay mucha gente en la cola. Un sistema optimizado.
